Eva Florencia es el nombre con el que fuera conocida dentro del mundo taurino, su verdadero nombre es Eva Bianchini, italiana de nacimiento -vió la luz por primera vez en la legendaria ciudad de Florencia Italia-, se convirtió en la primera torera italiana, y hasta la fecha, en la única torera con esa nacionalidad, la historia de Eva Bianchini es apasionante, novelesca, diríase casi; increíble
Rompiendo todos los esquemas, hace algunos años y cuando era apenas una adolescente, Eva Binachini, lejana a toda tradición taurina pero fascinada con la estética del toreo, tuvo el sueño de convertirse en torera, tarea que se le presentaba imposible por vivir en un país en donde no se realizan corridas de toros, por lo que, arriesgándolo todo y dejando atrás lo que hasta entonces conocía, se trasladó a España en pos de un sueño, que el tiempo demostraría que no era el capricho de una niña, sino la realidad de una joven de férrea voluntad, y efectivamente, logró concretar su anhelo al convertirse en la primera torera italiana, de cuya labor en los ruedos podría escribir mucho, sin embargo el objeto del presente artículo es simplemente el de comunicarle al mundo, que Eva Florencia continúa con su labor artística, pero ahora habrá de plasmar su arte en los lienzos y no en los ruedos, pues se inicia en su nueva faceta de pintora y artista plástica
Pues para todos ellos -para todos nosotros- es motivo de gran regocijo, el saber que Eva Florencia no se aleja del mundo de las artes, que esa joven y grandiosa mujer sigue adelante, y que ahora por medio de la pintura continuará enriqueciendo el espíritu de tantas y tantos de los que alguna vez decidimos admirarla, de los que gozamos su esplendor y que estamos convencidos de que lleva en su persona el espíritu mismo de Florencia: El renacer incesante
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